Patriots superan a Cleveland 32-13 pese a el esfuerzo de Myles Garrett

Los Cleveland Browns volvieron a tropezar lejos de casa, esta vez frente a los New England Patriots, en una derrota por 32-13 en Gillette Stadium que dejó sensaciones encontradas. A pesar de una actuación histórica de Myles Garrett, quien registró cinco capturas para establecer un nuevo récord de franquicia, la defensa no pudo contener a un inspirado Drake Maye, que lideró a los Patriots hacia su quinta victoria consecutiva.
El encuentro inició con un ambiente particularmente intenso en Foxborough. El entrenador Mike Vrabel decidió recuperar las presentaciones individuales previas al partido, una tradición que no se realizaba en el estadio desde 2001. Su objetivo era reavivar la conexión emocional entre aficionados y jugadores, y el efecto se sintió desde los primeros minutos. Según el safety Jaylinn Hawkins, “la casa estaba encendida”.
La estrategia emocional fue acompañada por una ejecución sólida dentro del campo. Maye, quien continúa consolidándose como el nuevo líder ofensivo de New England, cerró el partido con 18 pases completos en 24 intentos para 282 yardas, tres touchdowns y una intercepción. Sus envíos de anotación fueron para Hunter Henry, Stefon Diggs y Kayshon Boutte, todos en la segunda mitad, cuando los Patriots tomaron control definitivo del encuentro.
Sin embargo, la historia no estuvo exclusivamente del lado local. Myles Garrett fue la figura más dominante del partido, logrando cinco capturas sobre Maye e imponiendo su presencia en prácticamente cada jugada defensiva. Con este rendimiento, el ala defensiva alcanzó las 10 capturas en la temporada y se unió a un grupo histórico de jugadores que han registrado 10 o más capturas en ocho campañas consecutivas, una lista que antes solo incluía a Reggie White y John Randle, ambos miembros del Salón de la Fama.
El problema para los Browns fue que la producción defensiva no encontró eco en la ofensiva. El mariscal novato Dillon Gabriel, que la semana anterior había logrado su primera victoria como titular, terminó con 21 de 35 pases completos para 156 yardas, dos touchdowns y dos intercepciones. Aunque mostró destellos de ritmo en la primera mitad, la presión constante de la defensa rival y la falta de ejecución en momentos clave evitaron que la ofensiva mantuviera el paso.
La oportunidad más clara de Cleveland en la primera mitad llegó tras una intercepción de Carson Schwesinger. Sin embargo, el intento de gol de campo de 47 yardas de Andre Szmyt salió desviado, un fallo que terminaría pesando conforme avanzó el encuentro. Poco después, los Patriots capitalizaron errores ajenos y convirtieron series clave en puntos.
New England, además, mostró creatividad ofensiva. En el tercer cuarto, una jugada de engaño con pase lateral y devolución hacia Maye preparó el camino para el primer touchdown del equipo en el encuentro. A partir de allí, el ritmo cambió definitivamente. La defensa de los Browns acumuló desgaste y Gabriel no pudo responder.
La derrota extiende la racha de 12 juegos consecutivos de Cleveland sin ganar como visitante. El equipo no se impone en terreno ajeno desde la Semana 2 de la temporada anterior. El entrenador Kevin Stefanski aseguró que Gabriel se mantendrá como titular, reconociendo el proceso de desarrollo que enfrenta el joven pasador.
Los Browns tendrán descanso la próxima semana antes de enfrentar a los New York Jets el 9 de noviembre, en lo que será una oportunidad necesaria para ajustar y buscar reencauzar la temporada. Los Patriots, por su parte, regresarán a Gillette Stadium para medirse a los Atlanta Falcons.
La noche dejó una realidad clara: Garrett continúa siendo uno de los jugadores defensivos más dominantes de la NFL. Pero Cleveland necesita mucho más que eso para competir y ganar.